24 feb 2012

Te quiero ... ese es el problema.

El tiempo pasa, y pesa, hace que todo vaya un poco más rápido, o más lento, según se mire.
Me limitaré a quedarme con cada detalle de nuestro alrededor, lo atesoro en mi mente, como a vos, solo que tú vas un poco más abajo de la cabeza, del cuello, de la clavícula. Allí donde se pierden mis suspiros, un poco a la izquierda, casi en el centro. Latiendo. ¿Sigues ahí? Yo lo noto.
A veces, cuando está gris, me siento directamente fundida a negro, sólo de sentirlo, y me siento tan insignificante, tan inservible que me dan ganas de esfumarme. A veces ser pequeño no sirve de nada si no tienes suficientes fuerzas como para hacer cosquillas al alma a alguien. 
Pero sigo aquí, nieve o llueva, bajo la tormenta, como siempre. Y no me importa, porque se que después del gris, siempre viene el azul... 

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